Al menos 46 lavanderías de textiles, como jeans, que funcionan en el área de influencia de la laguna Alalay han reducido sus descargas de aguas residuales al alcantarillado y al espejo de agua, según se verificó ayer en una inspección del municipio y Semapa.

El director de Medioambiente de la Alcaldía, Elvis Gutiérrez, dijo que las lavanderías deben contar con licencia de funcionamiento, certificado de registro ambiental y una planta de tratamiento. 

Explicó que el ingreso del agua no tratada genera dos problemas: taponea las tuberías del alcantarillado con las pelusas y también ingresa a la laguna Alalay en la época de lluvia. 

“Estamos viendo si han implementado la tecnología adecuada para hacer el tratamiento y que no salgan aguas contaminadas”, declaró. 

Con ello se quiere evitar el colapso del alcantarillado y la contaminación de la laguna. 

El funcionario de Medioambiente de Semapa, Yeison Terán, dijo que hacen un seguimiento especial de descargas industriales según lo previsto en la Ley 1333. 

“A lo largo de los años, lo que se les ha exigido hacer es un pretratamiento antes de la descarga y, a la fecha, se han implementado tratamientos físicos para quitar las pelusas que es lo que nos genera taponamiento. Aún falta disminuir la descarga de químicos”, manifestó. 

Los confeccionistas dijeron que cumplen con la normativa, pero que muchos se han ido a Santa Cruz, porque tienen mejores condiciones.

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